En esta ocasión, iniciamos la primera batalla de pizarras,
dejando fluir toda nuestra creatividad, intentando deshacernos de esa cuerda
invisible que nos ata y no deja expresarnos como realmente queremos. Fue una
experiencia muy curiosa, debido a que me sentía realmente raro en un principio,
ya que, hacía tiempo, bastante tiempo, que no dibujaba y más mostrándoselo a
alguien.
En el primer dibujo que realizamos, la profesora nos pidió una
flor, si una flor, que dibujásemos nuestra flor en tan solo 20 segundos si no
recuerdo mal. El resultado fue realmente sorprendente cuando tuvimos que
enseñar la flor al resto de la clase, ya que la gran mayoría de lores eran
exactamente iguales, sin embargo, la flor de algunas de mis compañeras y la mía
eran totalmente diferente ¿abre dejado paso al hemisferio izquierdo de mi cerebro?
Me quede realmente asombrado, pero esto no hizo nada más que empezar.
Cuando iniciamos la verdadera batalla de pizarras, la verdad
que fue muy divertido ya que en ese momento no tenía ese miedo inicial por
mostrar mis dibujos a los demás compañeros. Creo que es una actividad que se
puede llevar al aula para trabajar no solamente el área de plástica, sino el
resto de áreas.
Finalmente realizamos una última actividad en grupos
cooperativos, a través de la técnica de aprendizaje “folio giratorio” pero en
esta ocasión era la propia pizarra, a partir de líneas puestas al azar por la
profesora, teníamos que realizar un dibujo utilizando dichas líneas. Ha sido
una gran experiencia y he podido comprobar como se trabaja esta técnica en
persona. A continuación, mostraré los diferentes dibujos que realizamos en
clase.